Creo que cuando pasa el tiempo el recuerdo que mas me transporta es el aroma,el olor de algo o de alguien que me transporta al pasado...
Me pasa sobre todo con las parejas que he tenido...a veces,paseandocon amigas me he cruzado con alguien y al pasar a mi lado,mi mente se ha ido años atrás y ha recordado entre sonrisas un momento determinado evoca el perfume de una desconocida...
Uno de esos aromas es el jazmín,el azahar...adoro las noches de verano,por esos jardines que desprenden ese aroma...al igual que adoro las noches del frío invierno,por el olor a madera que sale de las chimeneas...el que desprende a salado el mar...y el que desprende a fresco,a limpio a puro cuando me pierdo entre una sierra de montaña...
Descubrí a Neruda una tarde de otoño...y creo que me conquistó con un poema que escribió al aroma...
Suave mía, a que hueles, a que fruto,
a que estrella, a que hoja?.
Cerca de tu pequeña oreja
o en tu frente me inclino,
clavo la nariz entre tu pelo
y la sonrisa buscando,
conociendo la raza de tu aroma:
es suave, pero no es flor,
no es cuchillada de clavel penetrante
o amabelo aroma de violentos jazmines,
es algo, es tierra, es aire,
maderas o manzanas,
olor de la luz en tu piel,
aroma de la hoja del árbol de la vida
con polvo de camino y frescura
de matutina sombra en las raíces,
olor de piedra y río,
pero más cerca de un durazno,
de la tibia palpitación secreta de la sangre
olor a casa pura y a cascada,
fragancia de paloma y cabellera,
aroma de mi mano
que recorrió la luna de tu cuerpo,
las estrellas de tu piel estrellada,el oro, el trigo,
el pan de tu contacto,
y allí en la longitud de tu luz loca,
en tu circunferencia de vasija,
en la copa,
en los ojos de tus senos,
entre tus anchos párpados
y tu boca de espuma,
en todo dejó,
dejó mi mano olor a tinta y selva,
sangre y frutos perdidos,
fragancia de olvidados planetas,
de puros papeles vegetales,
allí mi propio cuerpo
sumergido en la frescura de tu amor, amada,
como en un manantial
o en el sonido de un campanario
arriba entre el olor del cielo
y el vuelo de las últimas aves, amor,
olor, palabra de tu piel,
del idioma de la noche en tu noche,
del día en tu mirada.
Desde tu corazón sube tu aroma
como desde la tierra la luz hasta la cima del cerezo:
en tu piel yo detengo tu latido
y huelo la ola de luz que sube,
la fruta sumergida en su fragancia,
la noche que respiras,
la sangre que recorre tu hermosura
hasta llegar al beso
que me espera en tu boca.
(Nuevas odas de Pablo Neruda 1956)
Sigo en ese camino...en de los aromas que me transportan,me llenan y me hacen disfrutar del presente y del pasado...y por que no..del futuro...